La sarcopenia se define como un síndrome caracterizado por una pérdida gradual y generalizada de masa muscular y fuerza, que condiciona un bajo rendimiento físico.
Causas de Sarcopenia
La etiología de la sarcopenia es multifactorial, pero en gran parte se encuentra relacionada con una baja actividad física, una ingesta nutricional inadecuada y a los cambios de composición corporal que se producen de forma fisiológica durante el envejecimiento.
Característicamente con la edad aumenta el porcentaje de grasa corporal, se produce una redistribución de la grasa desde tejido subcutáneo y extremidades hacía la región abdominal; mientras que la masa muscular disminuye entre un 1-2% anualmente a partir de los 50 años. Está pérdida muscular puede reducir o acelerarse con determinados estilos de vida o enfermedades intercurrentes aguda o crónicas. La combinación de una baja masa muscular unido a un exceso de grasa corporal puede dar origen a un cuadro denominado obesidad sarcopénica.
¿Por qué es importante prevenir la sarcopenia?
Las consecuencias de las personas con sarcopenia son un deterioro de la capacidad física, disminución de la calidad de vida y aumento de mortalidad. Además se relaciona con mayor probabilidad de caídas, fracturas y discapacidad física. El envejecimiento poblacional está aumentando la prevalencia de sarcopenia de forma significativa.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se puede realizar mediante la medición de fuerza con un dinamómetro manual y de la masa muscular con un análisis de composición corporal (impedanciómetro).
Una de las clasificaciones existentes de las sarcopenia se realiza en función del índice de masa musculo-esquelética (IMME).
Índice Masa musculo-esquelética (IMME kg/m2) | ||
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Varones | Mujeres | |
Normal | ≥10,76 | ≥6,76 |
Sarcopenia tipo 1 (leve) | 8,5 – 10,76 | 5,75 – 6,76 |
Sarcopenia tipo 2 (moderada) | ≤8,5 | ≤5,75 |
IMME= índice masa musculo-esquelética (kg) / talla m2
*Basado en el análisis estadístico de los datos de NHANES III.
Sarcopenia de clase I: IMM entre -1 y -2 ds de adultos jóvenes (18-39 años)
Sarcopenia de clase II: < 2 ds con respecto adultos jóvenes (18-39 años)
¿Cómo se trata?
Una nutrición adecuada con el suficiente aporte de proteínas, suplementación si es necesario y la prescripción de ejercicio son los pilares para prevenir o tratar la sarcopenia, ya que mejora la fuerza, masa muscular y la densidad mineral ósea. Esto lleva consigo una disminución de la morbimortalidad, mejora del desempeño funcional y disminución del grado de dependencia en actividades de la vida diaria.